La
siembra organica es un método de cultivo que se basa en dar fertilidad al suelo
y no erosionarlo, para esto los agricultores no usan químicos ni nada por el
estilo y así los cultivos no son dañinos para nuestra salud.
Los
productores se cambian a la agricultura orgánica por varios motivos. Algunos
consideran que el uso de agroquímicos sintéticos es malo para su salud y para
el medio ambiente, otros se sienten atraídos por los precios más altos y el
rápido crecimiento del mercado, para muchos productos orgánicos, en los últimos
años. La agricultura orgánica puede representar una oportunidad interesante
para muchos productores centroamericanos y puede convertirse en una herramienta
importante para mejorar su calidad de vida y sus ingresos.
El
cambio a la agricultura orgánica puede ser más fácil y más rentable para
algunos productores, dependiendo de algunos factores tales como, por ejemplo,
si el agricultor utiliza agroquímicos sintéticos de forma intensiva o no, si
tiene acceso a mano de obra (la producción orgánica suele requerir más mano de
obra), si tiene acceso a fertilizantes orgánicos y a otros insumos permitidos,
y si es propietario de su tierra, etc.
Existen
limitaciones técnicas con algunos productos orgánicos en algunas situaciones
donde todavía no hay buenas alternativas por el uso de agroquímicos. La mayoría
de los productos orgánicos reciben un precio más alto en comparación con los
productos convencionales. Sin embargo,
aunque es difícil generalizar, se espera que en un futuro esta diferencia de
precio se reduzca debido a un aumento en la producción orgánica de algunos
productos, con lo que se podrá satisfacer la demanda del mercado. Por
otro lado, si bien existe el riesgo de que disminuya el sobreprecio que reciben
los productos orgánicos y que, en algunos casos, incluso desaparezca, los
productos orgánicos certificados son bien reconocidos en la mayoría de los
mercados y, como tales, pueden ser preferidos sobre los productos
convencionales.
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